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Resonancias no-­todas

por 18/05/2021No Comments

Invitamos a tres colegas – Ana Vidal, Natalia Andreini y Pilar Ordóñez – a escribir algún eco, alguna resonancia que quisieran transmitirnos del Seminario Internacional. Les compartimos esos textos, en los que leerán enunciaciones singulares, que toman un sesgo, una perspectiva, preguntas y elaboraciones que abren la puerta para continuar…

Pinceladas de colores

Recibo agradecida la invitación a brindar unas pinceladas del XIV Seminario Internacional del CIEC. Preparo mi brocha y el lienzo a utilizar el Discurso sexual, tarea difícil, pienso ¿Cómo escribir algo acerca del discurso sexual? Se me presenta una paradoja, entonces recuerdo el atinado afiche elegido para esta ocasión, con esa falla, ese agujero. Tomo la paleta de colores y sobre ese lienzo interrumpido aparecen las pinceladas a modo de piezas sueltas: género, identidades, perspectiva, patriarcado, capitalismo, sufrimiento actual. Formas nuevas en las que el lazo se inscribe hoy, cada época nombra su imposible y eso es lo que el psicoanálisis de la Orientación Lacaniana invita a escuchar.

Van apareciendo diversos colores; el del tiempo, hace falta tiempo, la piedra preciosa, el tiempo de comprender, pero, con la propuesta del analista muy activo en su no actuar. A esto se le suma la pincelada del espacio y su color, lo que se resiste a ser definido: el arte del cuerpo y el arte en el cuerpo. Y el: no hay una única forma de nombrar una práctica. Una buena manera de intentar cernir el malentendido.

Viene el color del cuerpo: todos necesitamos de un nombre y habrá que saber leer eso en cada cuerpo.

Aparece el color glotón, hay la glotonería estructural del superyó, pero también, hay los impasses en los que psicoanálisis está allí para acompañar y eso siempre ha tenido buenos efectos.

Bienvenido el color de la mirada, el cine como revelador sensible del malestar en la civilización y el montaje alrededor de un vacío, cuestión tan afín al psicoanálisis.

Por último, aparece la brocha con el color el psicoanálisis en los debates actuales, aquí la pincelada pierde cierta claridad, pero se instala en mí a modo de preguntas ¿Cómo golpear desde adentro? Quizá haya que trazar una pincelada previa ¿Cómo hacernos invitar? Ese es el interrogante que me interpeló; considero que cada practicante tendrá el suyo, como así también la pincelada a su propio estilo para responder a la participación del psicoanálisis en los debates actuales.

Este cuadro no está concluido, espero que cada cual pueda armar el suyo con las pinceladas que les dejó este interesante, riguroso y entusiasta Seminario Internacional.

Ana Vidal

 

Discurso Sexual… 

Un Seminario Internacional que hace excepción a la serie. Nació, fue organizado y se dictó on line. “Elección forzada” frente a la que estamos por el confinamiento, que es el producto de la pandemia desencadenada desde hace más de un año.

El despliegue del mismo y lo que está ocurriendo después nos permite verificar que, desde el CIEC, supimos hacer con esta adversidad y favorecer el surgimiento de lo nuevo que, esta vez, es producto de la pérdida que implicó esta “elección forzada”.

Oscar Ventura tomó la palabra y dio lugar a cada quien que habló. Haciendo existir en la escena del seminario la frase que citó: “Cuando hablamos en psicoanálisis hablamos de amor”.

Deviene en una responsabilidad ética la de hacer resonar la posición desde la que tomó la palabra, en tanto creemos que eso hace a una enseñanza viva.

La posición de escucha y el acto de escuchar son un anudamiento fundamental que hace a la orientación Lacaniana. Una orientación que no desconoce lo que del amor está en juego cada vez. El amor y sus avatares.

Una fecha, 7 y 8 de mayo, un encuentro internacional, y los ecos de lo que está ocurriendo en el mismo Campo Freudiano hoy. Una melodía que despertó Jaques-Alain Miller el 2 de mayo pasado, gracias a lo cual cada uno tiene la posibilidad de sumar una nota que, en lo posible, consuene con este despertar.

Oscar Ventura retomó uno de los elementos de lectura con los que J.-A. M. nos despertó, es el posible efecto sobre la clínica al que nos llevaría el movimiento de “des patologización”. Una advertencia frente a la que ya no podemos mirar para otro lado, y una orientación, la de darle lugar al sufrimiento, ese que el mismo movimiento hacia la des patologización excluye, deja afuera y con él al sujeto que habla, que aún habla…

Desde esa perspectiva propongo una lectura del corto que hizo entrar en nuestra comunidad el programa “Psicoanálisis y civilización. Incidencias”.

Nos mostraron una Joven y actual Dora, que no logra salir corriendo de la escena que le ofrece constituirse en objeto del fantasma de un hombre.

Si bien las lecturas citadas de Freud desconocen que la subversión lograda en aquella época fueron respecto de la represión Victoriana. Represión que no permitía la asunción de un deseo y, con esto, la elección de darle lugar o no a ese deseo. Elegimos no quedarnos allí y dar un paso más, para darle lugar a la joven, allí representada. No sin tomar la responsabilidad de escuchar en esa puesta en escena: “un grito”. Un grito de pedido de ayuda para salir corriendo frente a lo que se constituía, para ella, en un riesgo y no lograba salirse sola. Un grito que, sabemos, si es escuchado puede transformarse en una demanda.

Aquí consideramos necesario hacer una diferencia que se constituye en un relieve necesario para que las palabras se desplieguen en más de un sentido. En el caso de Freud, Dora se debate con un supuesto “deseo”, en el del grito de la joven del video escuchamos el riesgo de ser “objeto” del fantasma de un hombre.

No sin estas diferencias es que podremos hablar y escuchar aquello de lo que se está diciendo a gritos…

Natalia Andreini

 

¿Estuviste en el Seminario Internacional?

Estuve en el Seminario Internacional que por primera vez ocurrió

de manera digital,

a causa de la pandemia

(emoji de carita que revolea los ojos)

¿Será el primero y el último?, ¿quién lo sabe?

Lo que sí sé es que al terminar cada mesa me las apañé para

conversar por Whatsapp con alguna colega que justo preguntó algo que me interesaba,

discutir con mis compañeros de Programa,

y saludar expositores, coordinadores de mesa

con los que acordé y con los que disentí.

Hablé sola por momentos, debo confesar que hablé sola. Siempre hablamos solos, pero esta nueva manera de desencontrarnos tiene una pendiente más pronunciada para ese lado.

Por eso te pregunto si estuviste en el Seminario Internacional, porque me interesa realmente saber qué escuchaste.

Te puedo decir que tomé nota de la conferencia de Oscar Ventura, si no me crees hago una puntuación de lo que más me interesó. Pero antes quiero señalar tres cosas.

*Uno, las mesas de los Departamentos fueron diferentes a otros años. Sin práctica explícita. Tenemos un problema: con los medios digitales quedamos más restringidos para presentar casos y viñetas. Urge encontrar un modo de fracasar mejor en este tema capital para la transferencia de trabajo.

*Dos, me pareció un hallazgo la Conversación clínica que sí se produjo. Me interesa estar en una conversación donde el Área Clínica del Instituto presenta su trabajo.

Estuvo a la altura de lo que llaman por ahí las “ligas mayores”.

¿Qué digo con eso?

Que transcurrió en un tono muy respetuoso, que el material clínico fue sometido a una discusión seria y que fue abierto a un público oportuno, (como son los adherentes del Instituto, miembros de la EOL y colegas de la AMP interesados).

*Tres, este Seminario presentó un tema de lo más inspirado. El título fue un acierto conceptual: letra de Lacan y a la vez asequible a la ciudad. Abierto a los que quieren saber qué dice el psicoanálisis de Orientación Lacaniana sobre las cosas de la vida. Discursos sexuales, lazos sexuales, dimes y diretes de la ideología dominante que siempre tienta con su léxico correctivo y sus prejuicios tan desprejuiciados.

No dejo de pensar qué difícil es hacer una lectura del reverso del discurso imperante.

Dominan y exterminan la clínica una psiquiatría subsidiaria del manual criteriológico y una psicología identificada a lxs derechxs. Entonces, sin rebelarse ni fascinarse: ¿cómo interpretar por el reverso?

El reverso no es “la contra”. ¿Ellos vs nosotros? ¿Vampires vs jóvenes? Naa!

El reverso es perturbador, pero no sardónico.

¿Cómo hacemos para no quedar denunciando el orden del mundo? Esa es la pregunta que queda trabajando en los cimientos.

Me alegra haber estado. Lamento no haberte cruzado en el café, en la puerta. Pero no soporto la nostalgia, así que te pregunto ahora,

¿a vos qué te interesó de lo que expuso Oscar Ventura?

Porque eso sí que fue saber expuesto, ¿no?

Ponele que lo grabaste, ¿importa tener todo el material textual sin subjetivar?, ¿cuándo lo vas a volver a escuchar?

Prefiero intercambiar, por eso escribo y espero recibir tus señales:

-De la enunciación de Ventura anoto: quiero aprender a buscar en los conceptos clásicos de nuestra doctrina, los argumentos infaltables para entrar en los debates actuales. ¿Viste lo que hizo con la pulsión freudiana? La hizo bailar como una estrella Drag. La pulsión así dicha es la auténtica trans-formación de los discursos sexuales. Hay un antes y un después del traumatismo Freud.

-Me gusta cómo introdujo la diferencia…

Por un lado ubicó el campo de los derechos, que por suerte está custodiado por los feminismos (Sí! porque considero irrenunciables los derechos conquistados que empezaron con el inolvidable sufragio, hasta la posibilidad de la interrupción voluntaria del embarazo, pasando por un largo etcétera). Pero ese campo iluminado por tanta lucha es diferente al dark continent de Freud. Diferente de la porción irrepresentable de goce que llamamos femenino desde Lacan.

-El lazo dominial de lo masculino sobre lo femenino no se limita al patriarcado. Me pareció que hacía una advertencia. El orden del padre puede haberse evaporado, pero atentos, porque el lazo dominial continúa por otros medios que el capitalismo tardío ha sabido facilitar.

-Diferenció también el nominalismo, con su iridiscente multiplicidad, de la nominación del goce opaco.

-Las intervenciones sobre el cuerpo que ofrece la tecno ciencia, las propuso como algo absolutamente distinto a lo que vos, parlêtre, podés hacer en un análisis o con el arte, para tener un cuerpo.

-El rechazo de lo femenino no es únicamente el rechazo a las mujeres. Señaló que lo femenino se desplaza, se vuelve inatrapable, no es algo que se pueda mantener idéntico a sí mismo.

-Me quedo con una pregunta: ¿Podremos amar lo femenino? En esta comunidad de trabajo que llamamos CIEC, ¿qué significará eso?

Pilar Ordóñez