Ciudad Analítica
Acercarse hacia el final de un año puede tomar muchas formas: de cierre, de lectura, de balance, de apertura, de borde, de litoral. Dependerá de las circunstancias el modo en que se nombre, también de lo que operó, de lo que quedó como saldo de un hacer y un decir que siempre tienen consecuencias.
El Instituto, sin descontar su carácter permanente, inscripto en su misma acepción etimológica, está siempre en movimiento, crece. Seguro se debe –entre otras cosas- a que también se enlaza a la palabra instituere, cuyo significado es “construir”, “crear”. Crece, inquieta e inquietantemente -a veces- hacia lugares que sus mismos adherentes –ellos mismos muy inquietos- van proponiendo al son de una actualidad epistémica, política y social a la que decidimos subirnos de vez en cuando. Esto no es sin el análisis serio y en serie de lo que cada cosa nos quiere decir y su pertinencia política desde el psicoanálisis de la Orientación Lacaniana.
La presencia del CIEC y por ende del psicoanálisis en los hospitales, en la universidad, en las escuelas, en la justicia, en el arte, en la ciudad y también viceversa, inyecta su sinergia y relevan la importancia de trabajar con otros. Afinamos cada vez nuestros lazos y su incidencia. Esto, no solo con los más cercanos, con aquellos con los que el lazo va de suyo, sino también con los más lejanos, “para dejarnos tocar por lo que al otro lo mueve”1Álvarez Villanueva, Margarita. Revista Freudiana # 82. 2- Ídem 3- Laurent, Eric. Ciudades analíticas. y “para dejarnos sorprender por sus propuestas que pueden ayudarnos en las nuestras” 2Ídem porque la extensión del psicoanálisis nos involucra a todos. Es una red, una red tejida y entramada de vez en vez en el Campo Freudiano en Córdoba, una red con agujeros que permiten respirar favoreciendo la extensión tan cara al psicoanálisis para sostenerlo y hacerlo existir en cada oportunidad que se nos presente.
Es así que leo este acontecimiento hacia finales de este 2019: la presencia de Eric Laurent en nuestra ciudad para recibir el reconocimiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba. Es notable que en este tiempo de empuje a las terapias cognitivo-comportamentales y a la imposición del medicamento en su acepción biologizante y de mercado, sea reconocido el psicoanálisis en la persona de alguien cuyo trabajo sostenido y sin descanso en la transmisión de ese discurso es harto conocida y respetada. Su palabra, de gran incidencia en la opinión pública, nos proporciona elementos de elucidación para facilitar nuestras lecturas de los síntomas en la civilización. Su transmisión viva, hace pasar al Otro fundamentalmente su amor por el psicoanálisis, y es para nosotros la mejor manera de ceñirlo en la formación.
“La civilización no se curará del psicoanálisis por más que quiera, (por más…) que lo busque. En ese mismo momento, este deseo de curarse del psicoanálisis permanecerá atravesado como una espina irritativa” 3Laurent, Eric. Ciudades analíticas., este decir es un hecho en el modo de Eric Laurent de transmitir la peste.
El CIEC celebra y acompaña activamente el trabajo que el 2 de diciembre se llevará adelante en nuestra ciudad, un efecto de afecto y de reconocimiento que podrá inscribirse de múltiples formas.
Roxana Chiatti
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