¿Qué hacen ustedes allí?1Lacan, J., “Conferencia de Ginebra”, Intervenciones y textos II, Bs. As.: Ed Manantial, 1988.
Transitamos este 2020 como un año de vida, crucial en sus consecuencias.
Sin medida común, la experiencia subjetiva se ha visto afectada de las más diversas maneras. La presencia de la angustia, certera, signo de una proximidad difícil de localizar, exigió de nuestra parte una pronta disposición para producir un lugar de respuesta, en acto y a tiempo.
Fue así como, apenas asomado el acontecimiento de la pandemia, se tomó desde el CIEC la decisión de alentar la atención en emergencia dirigida a la comunidad. El Área Clínica constituyó, junto con la Red de la EOL, un nudo político para salir a la ciudad -cada una con su pertinencia- bajo la forma de una oferta de atención distintiva del Campo Freudiano en Córdoba. Un campo de acción que se gestó bajo el espíritu de preservar viva la transferencia de trabajo de Lacan, su preocupación tanto por el psicoanálisis puro como por el aplicado a la terapéutica.
La divisa fundamental no hay clínica sin ética acompañó de entrada el desafío: ¿cómo introducir en este escenario de proliferación de tratamientos online y gratuitos -verdaderas brigadas de sentido frente al trauma- una posición de principio que no desconozca el estatus singular de la demanda ni se deje absorber por el sueño del universal? Lacan nos lo recuerda con todas las letras cuando señala que llevamos adelante una labor que se ocupa de lo que siempre es torcido, señalando la sutil sublevación de lo que no puede asimilarse. Se tratará en cada oportunidad de estar atentos a esa condición de no asimilación del Psicoanálisis, para no transformarlo en una terapéutica como las demás.
La puesta en marcha del instrumento de atención en emergencia en el marco del Área Clínica del CIEC contó con un entramado libidinal compuesto por practicantes, coordinadores de Ateneos, admisores, la responsable del Área y, a través de ella, la perspectiva encarnada por los Comités de Gestión y Orientación. El relevo de esta experiencia fue dejando tras su paso efectos-de-formación para cada uno de los allí implicados, efectos que -sabemos- no conocen causalidad ni adjetivación, sino que acontecen. El Instituto brindó así el lugar y el lazo para que los destellos de la formación se produzcan en su contingencia, de la mano de la conversación permanente, los hallazgos clínicos y la formalización de la práctica.
Producto de las tres Conversaciones Clínicas llevadas adelante este año, destinadas a la lectura de la atención en emergencia, pueden subrayarse algunos puntos-problema que esperan aún tomar todo su alcance en la investigación por venir. Por ejemplo: el par urgencia-transferencia; las chances del lazo analítico frente a las formas del desarraigo y el desborde de los cuerpos; el carácter especial del tiempo y el tope de la gratuidad; las encrucijadas del tratamiento del sentido; la apuesta temprana por el síntoma y el arreglo singular.
Para animar los engranajes de este funcionamiento, cada quien supo poner en juego “lo que tiene para ofrecer, el germen de ese pequeño objeto a en potencia”.2Lacan, J., Hablo a las paredes, Bs. As.: Paidós 2012. Con eso precisamente seguiremos asumiendo un tiempo de elaboración que lejos está de concluir. La dimensión de la apuesta continúa.
Gisela Smania
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