Argumento
“Demandar: el sujeto no ha hecho nunca otra cosa,
no ha podido vivir sino por eso,
y nosotros tomamos el relevo.”
Lacan, J. La dirección de la cura y los principios de su poder, p. 588.
El psicoanálisis ha trazado una distinción entre la necesidad y la demanda. No son lo mismo. Mientras que la primera surge por la constitución natural del organismo, la segunda concierne a los sujetos contaminados por el lenguaje.
Esta distinción señala un rasgo fundante que separa a los seres hablantes de los animales, porque las necesidades instintivas -en el caso de los humanos- se satisfacen acompañadas de palabras instalando una relación de subordinación al orden simbólico.
Entre llantos y gritos, el pequeño deberá hacerse entender y el adulto pondrá palabras para interpretar y descifrar esa emergencia.
Lo interesante es que esta subordinación al orden simbólico producirá una alteración: al interpretar con palabras esa necesidad del niño -al decir por ejemplo, “tiene hambre”- el adulto comenzará a pedirle que coma; transformando la necesidad del pequeño en una demanda del Otro.
De allí en adelante cada pedido comportará una demanda que no se colmará con la presencia de un objeto especifico, sino con la presencia del Otro. “La demanda (…) plantea expresamente al Otro como ausente o presente y como dando o no esta presencia. Es decir que la demanda es en el fondo, demanda de amor.”1Lacan, J. El Seminario, libro 5, Las formaciones del inconsciente, Bs. As., Paidós, 2003, p. 389.
Sabemos que si la necesidad se satisface con un objeto real, el deseo plantea otro tipo de objeto. Por eso, cuando un consumo se vuelve problemático nos toca discernir qué objeto está en juego y para ello es preciso no caer en la tentación de ignorar ese margen que separa al sujeto del objeto. Margen que nos lleva a situar cada vez, el deseo que allí se juega. Quizá por eso Lacan precisa que “….el sujeto no viene al análisis a demandar nada que tenga exigencia actual, sino para saber lo que demanda.”2Lacan, J. El Seminario, libro 14, La lógica del fantasma, Bs. As., Paidós, 2023, p. 114.
Esta clínica nos confronta con la paradoja de recibir a sujetos que, haciendo un cortocircuito con la palabra, localizan en un objeto de consumo una satisfacción sin pasar por el Otro. En este sentido, cuando Jacques-Alain Miller afirma que la toxicomanía es un “anti-amor”3Miller, J.-A. La teoría del partenaire. Lacaniana 19. Bs. As., Grama, 2019, p.47. porque prescinde del partenaire, ¿se trata también de una anti-demanda?
Los invitamos a que podamos ubicar -en los diversos espacios en los que la práctica clínica se sostiene- cómo operan los psicoanalistas ante la diversidad de demandas que surgen alrededor de las toxicomanías, las adicciones y los consumos en la actualidad. Con qué dificultades se topan y qué hallazgos permiten hacer avanzar la clínica cuando tomamos el relevo de esa demanda original.
¡Los esperamos!
Ejes de trabajo
- Las vecindades entre urgencia, demanda y deseo de saber.
- Cuando los que demandan son los otros: pareja, familia, profesionales, instituciones…
- Demandas de amor: objeto y transferencia.
- El analista: dealer de la palabra.
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Fecha: 16 de noviembre 2024
Lugar: Hospital de Clínicas
Inscripciones:
Hasta el 31 de octubre $28.000
Desde el 1 de noviembre $35.000
