Índice
Prólogo .p9
Seminario. Parte I .p15
Seminario. Parte II .p57
Anexo: Argumento del Seminario Internacional .p115
Prólogo
La presencia de un nuevo Seminario Internacional siempre resulta un acontecimiento para la comunidad del CIEC.
En particular en esta ocasión, en la que hemos estado inmersos en un continuum de movimientos, que por un lado han pausado los encuentros de los cuerpos, dado el contexto social pandémico, y a la vez han conmovido en lo político tanto el campo de la civilización como el del psicoanálisis.
Es la primera vez que el Seminario se desarrolló de manera virtual, lo cual movilizó instrumentos que supimos poner al servicio de la transmisión del psicoanálisis.
El marco y el momento estuvieron atravesados por la impronta de la presencia de Jacques-Alain Miller quien, pocos días antes del Seminario, en ocasión de la presentación de su libro ‘’Polémica Política’’ en España1, produjo un torbellino libidinal.
Instaló un debate en relación a la presencia actual de algunos significantes fuertemente arraigados desde hace tiempo respecto de los cuales el Otro social se orienta, con consecuencias para el psicoanálisis que estamos intentando leer.
Estos significantes, como el de teoría de género, la cuestión trans, los feminismos, van en la línea del tema propuesto como una interpretación epocal: ‘’Discurso sexual. El psicoanálisis en los debates actuales’’. Pertinencia precisa y ocasión a favor.
Oscar Ventura, nuestro invitado, con su claridad, supo hacer pasar lo que desde el psicoanálisis permite leer este momento.
El tema al que los convocamos, Discurso Sexual, fue una interpretación en sí misma, no solo de la lectura que hacemos de los movimientos de la civilización sino también de lo que relevamos en la clínica.
Distintas enunciaciones, intervenciones y preguntas se escucharon en este marco. Aportaré brevemente la mía: Este discurso, si lo pensamos como un discurso amo, propondría definir el
modo en cómo las cosas deberían marchar. Conversando con los colegas que hacen las admisiones en el Área Clínica del CIEC, transmiten que muchas de las personas que llegan a solicitar un turno, piden especialmente practicantes formados en perspectiva de género.
Claro que alojamos cada una de esas demandas, hacemos lo nuestro con los semblantes de la época, sabiendo que el discurso analítico en el corazón de la formación de los practicantes del psicoanálisis orientará lo que se escucha de esa subjetividad hacia su escritura en el inconsciente.
De todas maneras, me pregunto ¿a dónde se dirigiría una escucha especializada en perspectiva de género? ¿Qué es exactamente lo que se esperaría de esa posición? ¿Es posible además que haya un discurso sexual?, ¿o se trata de nombrar con eso un imperativo social que determina una cierta norma del yo? Oscar nos habló ampliamente sobre esto y aquí lo encontrarán desarrollado. Lo que sabemos con la enseñanza de Lacan es que el discurso sexual no determina ningún sexo y que el sexo no define ninguna relación en el ser hablante.
El Seminario apuntó a construir algún saber que no teníamos, a elaborar en la conversación alguna idea de estos síntomas nuevos que la clínica actual nos revela de los modos de goce contemporáneos.
Pongo el foco en el subtítulo: “El psicoanálisis en los debates actuales”.
Este punto es el que más nos interesaba, del que más queríamos saber, es la clave del debate de este seminario. Es la lectura política lo que está en el centro, la política en el seno de la civilización y la política del psicoanálisis.
A esta altura es difícil no mencionar el acontecimiento Jacques-Alain Miller citado. Lo nombro como acontecimiento ya que por su intensidad y el efecto de alegría que inyectó marcó un antes y un después de ese momento.
Alli quedaron situadas muchas interpretaciones del movimiento actual pero sobre todo de sus consecuencias para el psicoanálisis. Mi propia lectura de esta fuerte salida al Otro que Jacques-
Alain Miller propulsó es que se trata de un llamado a los analistas, a los practicantes del psicoanálisis a salir de la posición de “estar contra las cuerdas”, a atrevernos a enunciar con nuestros instrumentos lo que tenemos para decir.
Puedo interpretar el silencio en la enunciación, a la sospecha que quizás el psicoanálisis no soportaría los embates que escuchamos de los movimientos feministas, de los colectivos trans, de los movimientos universitarios, tildando a Lacan de patriarcal y a Freud de mojigato, desconociendo el contexto de la moral sexual cultural de su época. Quizás leímos que había que preservar al psicoanálisis y las condiciones que aseguren su existencia.
Leo que este es otro momento, aunque no salimos aun del instante de ver, estamos viendo más lejos, más claro. De verdad Lacan siempre estuvo a la vanguardia de los movimientos de la civilización leyendo anticipadamente sus efectos.
El aggiornamiento deberá venir luego del tiempo de la interpretación del real en juego para operar en consecuencia. “Estamos en el instante de ver, vivimos hoy la salida de los efectos de la caída del padre y no es garantía que sea para mejor, que vamos a encontrar la felicidad”, nos dijo Jacques-Alain Miller recientemente. Pero también dijo que siente el llamado de lo nuevo, un nuevo en el que estamos aún.
Les sugiero leer qué se dice de nuevo aquí, Oscar Ventura no escatimó en esto. El espíritu es de work in progress para poder posicionarnos desde lo más actual en nuestra orientación… lo que llevará su tiempo. Por cierto, lo más actual, Lacan ya lo anunciaba hace cuarenta años. Tendremos que saber decirlo en el debate público.
Los invito a sumergirse en la lectura de este texto, se encontrarán con los conceptos del psicoanálisis que desde siempre nos han servido para interpretar la época, y también con lo nuevo y lo preciso de una transmisión que avanzó en aportarnos herramientas para la conversación en la que estamos concernidos.
¡Es un desarrollo impecable, imperdible que seguro disfrutarán!
Roxana Chiatti