Índice
Prefacio .p3
Conferencia: “La liebre y el erizo” (Variaciones sobre la identidad y la diferencia) .p5
Seminario Primera Parte .p23
Seminario Segunda Parte .p49
Prefacio
La noción de epidemia, tomada del lenguaje médico pero forzada para ingresar en el de la psicología, nos permite resumir en una sola palabra enormes continentes del miedo de nuestro tiempo.
Sin duda alguna, la civilización empuja al mundo hacia las ciudades y los grandes conglomerados urbanos se tornan el escenario privilegiado de la vida humana. Esa proximidad de los cuerpos y el aumento de los intercambios sociales que produce esta concentración demográfica hacen pregnante la idea del contagio, de la propagación del mal y de la enfermedad como ha ocurrido con el SIDA, la gripe aviar y otras pestes. La epidemia es un fantasma de la cultura. Pero podemos encontrar también epidemias no infecciosas a partir de los fenómenos de la identificación y que expresan claramente el modo de manifestarse la angustia en la actualidad. Es decir, las personas sufren por causa de contagio de cuestiones subjetivas. Es lo que se llamará en las páginas que siguen la dimensión social del síntoma. Los problemas de identidad permiten debatir este problema ya que se trata de la extensión sobre la población de lo mismo en lo que hace al síntoma, el síntoma compartido. Desde allí el Ideal, el significante amo, el discurso y el objeto son las estrellas que orientan la reflexión.
También la nominación, el nombre común, el hacerse un nombre, temas complejos de la última enseñanza de Lacan.
Graciela Brodsky examina detallada, prolija, y extensamente estos problemas y el modo con que han sido encarados por el psicoanálisis con Freud, Lacan, Miller y otros autores usando como telón de fondo para su intervención el seminario El Otro que no existe y sus comités de ética de Miller y Laurent. Desde la epidemia histérica estudiada por Freud avanza paso a paso hasta las llamadas nuevas formas del síntoma, anorexia, toxicomanías, etc. examinadas e interrogadas a la luz de una organización social que ya no responde al Ideal, como fenómenos del lazo social sin la presencia del Otro ordenador y con la dimensión de un vacío dejado en la época del discurso capitalista.
Problematiza, interroga, abre campos inexplorados muchas veces para dejar planteada una línea de investigación cuyas consecuencias veremos más adelante.
El lector encontrará un lenguaje claro, accesible a un público inquieto que trasciende el campo psicoanalítico, pero con una rigurosidad y precisión en los conceptos que permite su uso para el investigador. Las referencias son importantes y muchas, del psicoanálisis, de la filosofía, del arte y la literatura y eso lo hace ameno y variado por lo que la lectura lleva hasta el fin sin detenerse.
José Vidal
