Publicación del Departamento de Estudios Psicoanálisis y cuerpo del CIEC
Gisela Smania, Marcela Sosa, Lourdes Marini
Coordinadora: Graciela Martinez. 3 de agosto 2023. Museo de Antropologías
Una invitación exquisita para escuchar a Gisela Smania, Marcela Sosa y Lourdes Marini -con la coordinación de Graciela Martínez- en la presentación de la revista: Enigmas del Cuerpo N°12, publicación anual del CIEC (Centro de Investigaciones y Estudios Clínicos). Tales voces se desplegaron en el Museo de Antropologías, con el estatuto que tiene este espacio-custodio de un legado de pueblos originarios, con acervos de materiales arqueológicos, colecciones de objetos etnográficos, tanto de Córdoba como demás pueblos de América Latina.
Tres discursos que dignificaron nuestra causa y agalmatizaron la publicación del Departamento de Estudios Psicoanálisis y Cuerpo. Pudimos leer en cada ponencia, el rigor del Psicoanálisis, el humor y hasta “chispazos testimoniales”.
Se reconoció que en los textos el lector podrá extraer -al decir de Lacan- “alguna cosa estructuralmente rigurosa”.
Enigma, misterio y secreto se diferenciaron para destacar tres elementos de los cuales Lacan se vale, para designar algo relativo al cuerpo en distintos momentos de su enseñanza.
Coincidieron en poner en valor la invitación que formula Silvia Baudini a diez analistas que representaron a todas las Escuelas de la AMP, a responder la pregunta: ¿Psicoanálisis virtual? De esta manera, indujo a reflexionar y ensayar respuestas acerca de la perturbación de la sesión psicoanalítica, sin el cuerpo y con el trastocamiento del espacio y el tiempo.
Época de pandemia, efectos subjetivos y formación del analista fueron claves en este número. Y una advertencia: no hay psicoanálisis virtual, hay psicoanálisis en condiciones de virtualidad.
Hubo un comentario especial de un artículo de Eric Laurent: “Escritura ◊ Goce”, el cual gira alrededor de la lengua que cada uno neologiza a su manera. Cuando hacemos uso del lenguaje se produce esa consecuencia fallida que llamamos inconsciente.
Se otorgó un importante lugar a las investigaciones en el campo de la clínica la episteme y la política; recordando a Miller cuando refiere a que el verdadero investigador: “prefiere los problemas bien planteados, busca lo que lo inquieta, no lo que lo conforma”. En consecuencia, se hicieron alusiones a los diversos temas minuciosamente abordados: las mujeres y el silencio, el amor, el dolor, el modo de vestir un cuerpo por una mujer, los desfiladeros de la sexualidad en la infancia, el deseo de familia hoy… De la misma manera, ocuparon sus lugares los escritos de encrucijada discursiva en su carácter político transindividual.
Una cuestión señalada es que un análisis casi siempre comienza “sin el cuerpo”, o sea, el paciente saca un turno por teléfono, y le atiende el propio analista (aquí no hay secretaria). Sólo la voz.
En estas circunstancias tan particulares de la pandemia se hace hincapié en cuántos rituales desaparecieron: la preparación para ir a la sesión, el camino, la espera en la sala… y la ausencia de los cuerpos…
Se valora el dispositivo de emergencia del CIEC en pandemia, a fin de aliviar “eso nuevo” en el sufrimiento subjetivo.
Se identifica la diferencia de lo acontecido en el campo educativo y el del psicoanálisis, en éste, se continúan trabajando los efectos de la práctica una y otra vez, entonces los efectos de pandemia, la tecnología, la época, quedan implicados; en el campo educativo hay una mayor desorientación porque no ha continuado el trabajo en tal sentido.
Pudimos escuchar un detallado rastreo bibliográfico y articulación temática en torno a la función del cuerpo del analista, allí, se destaca también, que el uso de las tecnologías en la experiencia analítica son previas a la pandemia, sin embargo, el confinamiento imposibilitó de manera radical el encuentro de los cuerpos.
La portada de Enigmas -un código de barras- da testimonio de la actualidad en que vivimos.
Se reconoce el trabajo que implica dar a luz una publicación y el desafío para no perder los principios, la rigurosidad en la orientación lacaniana, y el estar a la altura de la subjetividad de la época.
Y llegó el momento del Bel Canto cuando Leticia Chiabrando -cantante lírica- nos emocionó, nos abrazó con Libiamone’lieticalici; el canto a la vida, a la alegría de G. Verdi que remite a, “te lo ofrezco”: El Brindis de La Traviata-. Y ¡festejamos!
Estimado lector: ¿Brindamos por Enigmas 12?
Noemí Vélez
