Grupos de Investigación Depto. Psicoanálisis con Niños

Niños y adolescentes: sus instituciones

por 06/04/2024No Comments

Responsable: Silvina Sanmartino
Co-coordina: Fernanda Auat
Contacto: silvinasm@yahoo.com
Frecuencia: 2° y 4° viernes, de 14.30 a 16 hs.
Modalidad: Virtual
Inicia: 12 de abril de 2024

 

Argumento

En el año 2000, J-A. Miller durante el Encuentro Internacional del Campo Freudiano, en Buenos Aires, anunció que el único antídoto que el psicoanalista tiene a su alcance para lidiar con la expansión de las psicoterapias de masas es la formación del analista.

Lacan, en su “Acto de Fundación”, diferencia psicoanálisis “puro” y “aplicado” en la definición misma de dos modalidades en el seno de su propuesta de formación del analista. Así, aclara que el psicoanálisis puro no es, pero tampoco se opone al psicoanálisis aplicado. Se trata de dos secciones distintas, pero ambas están al servicio de un objetivo de trabajo indisoluble al de la formación del analista a dispensar, a saber, el del cultivo de una crítica asidua, que denuncie las desviaciones y los compromisos que amortiguan el progreso del psicoanálisis degradando su empleo.

La formación del analista es nuestro punto de partida y nuestro horizonte para interrogar la inserción de los practicantes en las instituciones que alojan a niños y adolescentes.

¿Qué aporta el psicoanálisis cuando se ofrece como herramienta para los otros discursos? ¿De qué modo participa un practicante de psicoanálisis en el trabajo con profesionales de distintos saberes? Estas preguntas servirán de orientación para iniciar la investigación. Las experiencias de la práctica en relación con otros discursos nos aportarán el material que nos guiarán en nuestro recorrido, abriendo nuevos interrogantes.

Nos proponemos pensar una práctica capaz de involucrarse en las instituciones que reciben las modalidades sintomáticas con que niños y adolescentes se presentan hoy. ¿Qué lugar ocupa el psicoanálisis?

Daniel Roy (2016) refiere que el lugar del psicoanálisis está dado por “los tiempos y lugares en que psicoanalistas e intervinientes “analizados” acogen los sufrimientos, las quejas, las diversas perturbaciones del tiempo de la infancia como síntomas, aislando, con el niño y sus padres, las palabras que traen y los objetos que cuentan… para demostrar cómo esta operación muerde en lo que, en el síntoma, se manifiesta como menos o como demasía, como déficit o exceso.” Señala que es por ese saber que se pueden hacer existir lugares en los que el saber del niño y su síntoma son respetados.